Reflexiones de cuarentena.

SALVEMOS LA NATURALEZA. 

REFUGIO PARA LA VIDA.

En medio de la Pandemia COVID-19 que aqueja al planeta y  de tantas reflexiones sobre el daño que los hombres y mujeres le imparten a la especie y su medio ambiente ( nuestra casa y refugio),  me valgo del relato de viajes para encontrar verdaderos refugios que canalicen las esperanzas por un mundo más acogedor para todos.

Viajamos con las palabras y las fotos a Puerto Iguazú, 
Provincia de Misiones, República Argentina. 




El calor húmedo de la Triple Frontera -enmarcada en plena selva- no nos alteró los planes para recorrer el Refugio de Animales salvajes “Guiráoga” ( Casa de los pájaros en idioma guaraní ) https://www.guiraoga.com.ar/home


Nos adentramos en un predio de 19 hectáreas, con categoría de Paisaje Protegido, rodeado de áreas naturales protegidas entre las que destacan el Parque Nacional Iguazú y el Parque Provincial Península, zonas de intensa biodiversidad de fauna silvestre.
Su misión es RESCATAR animales de la selva provenientes del tráfico de fauna, atropellados en las rutas, heridos por cazadores furtivos o entregados por la población.



Tal como lo describe el guía del refugio, una vez rescatados y sanados, muchos de esos animales tienen la posibilidad de sobrevivir en la naturaleza pero otros ya no cuentan con esa opción,  por lo que se trabaja para la reintroducción de sus crías.


A medida que se avanza en el recorrido peatonal, la selva se vuelve más densa, con sonidos que capturan la atención y los sentidos, con sorpresas de animales e insectos ocultos entre la vegetación y el calor intenso reinante, propios de la región.



Cada animal tiene su historia, apenas ingresan al refugio, son atendidos por el personal veterinario para evaluar su estado. Muchos animales atropellados o heridos de bala mueren en el camino o a las pocas horas. Los que logran sobrevivir quedan con traumatismos y allí son intervenidos de urgencia. Otros pasan a recintos de cuarentena o recuperación, en estado de aislamiento y observación antes de seguir con su tratamiento o liberación.
El equipo de profesionales acompañan todo el proceso de recuperación, rehabilitación y posterior re adaptación en ámbitos naturales.


El objetivo final es la LIBERACIÓN del animal a su ámbito selvático, una selva misionera cada vez más castigada y en peligro por el urbanismo y el mal entendido progreso humano. Para garantizar la supervivencia, apunta el guía a los visitantes del refugio, “sólo se liberan aquellos que han superado con éxito las diferentes etapas, garantizando un buen estado de salud y la capacidad de interacción con el medio reproduciendo las pautas típicas de conducta de la especie”.





Aquellos animales que hayan sufrido mutilaciones o sido criado como mascotas son derivados al sector educativo, recintos ubicados estratégicamente en la misma selva.
En las rutas del norte misionero, que atraviesan el Parque Nacional Iguazú y los Parques Provinciales, SON ATROPELLADOS OCHO animales diarios: desde lagartos, aves y pequeños mamíferos hasta animales de gran tamaño como yaguaretes, pumas o tapires. Tal vez la colocación de radares podría revertir esta problemática pero lo más grave es ver la falta  de conciencia por parte de lugareños y turistas que no dimensionan el tremendo daño ambiental.
Salimos del refugio. El calor y la humedad propiciaban además el revoloteo de mosquitos, con la posible transmisión del Dengue, otra enfermedad de la cual el humano debe cuidarse en zonas  donde el clima tropical se ha intensificado con el cambio climático.


En tiempos de pandemias, virus y contagios varios, la cuarentena obligatoria en Argentina nos permite el tiempo para una clara reflexión de que LOS HUMANOS DEBEMOS CON URGENCIA replantear NUESTRA relación con la naturaleza y la interacción con el medio ambiente.

Pensemos en el presente y el futuro, 

LA NATURALEZA ES Y SERÁ nuestra 

ÚNICA ESPERANZA, NUESTRA CASA,

 el único y posible REFUGIO.



Lic. Ana Claudia Simes
República Argentina



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